Hola, ya no sé como trataros, seguramente muchos de vosotros habéis crecido tanto que tal vez debería poner un usted y no dirigirme como si aún fueseis mis coleguitas. Hace mucho tiempo que no os escribía.Y mis últimas líneas fueron pocas, muy escasas.
Mientras no me atrevía a seguir escribiendo.
En ese tiempo en el que no sabía lo que estaba pasando con mi país,tiempo de oir mucha radio, de leer cuanto periódico se editaba, de pensar y repensar cada día los acontecimientos que se iban sucediendo...No entendía nada de nada.
¿Entonces como lo podía explicar a otros?.Quién puede entender que una parte de mi país, una parte de esa tierra y esas gentes no quieran ser compatriotas míos. Y aún más, quién me explica el que unos proclamen la unidad y a la vez insulten al que quiere marchar, nadie extiende la mano, nadie baja el tono de voz, nadie comprende al que tiene enfrente. A gritos no es fácil entenderse, a gritos no se solucionan los conflictos. Los insultos, las amenazas, los castigos no mueven a cambiar de actitud, hay que explicar, en tono moderado, sin alterarse, sin gritar, sin insultar.
En fin, que no os he explicado absolutamente nada, es que tampoco yo lo entiendo, por eso no puedo explicarlo.
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Es noviembre, x fin las temperaturas son otoñales, la lluvia sigue siendo esquiva. El mar está calmado.
Un saludo para todos desde este lugar privilegiado junto al Atántico.
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